domingo, 9 de mayo de 2010

Memorias


Durante el inicio de mi carrera como diseñador gráfico, se empezó a desarrollar dentro de mi, la impaciente necesidad de expresarme a través de la ilustración, sin darme cuenta, me fui obsesionando con aprender a usar el aerógrafo, técnica que aprendí en el último año de la carrera técnica de Diseño Gráfico, específicamente en la asignatura de Ilustración.
Luego, al conseguir mi primer empleo como profesional del diseño en una pequeña oficina liderada por Marcela Valdeavellano, (diseñadora, ilustradora y pintora), adicionalmente de ser mi jefa, intervino en mi interés por formarme, más como ilustrador, como pintor.
Desafortunadamente para la época, el aerógrafo, técnica que era de mi interés, no encajaba dentro del arte, por ser un aparato que necesitaba electricidad para funcionar, lo veían como una activad mecánica. Esto dificultó mi aceptación dentro del medio, aunque a través de mi insistencia pude exponer algunas piezas en exposiciones colectivas, tanto en la galería el Sitio, como en Sol del Río.
Adicionalmente, participe en la Bienal de Arte Paiz en Guatemala, donde obtuve una Mención Honorífica y en la Bienal de Valparaíso en Chile, en ambas bienales se publicaron mis obras en los catálogos.
Con el paso del tiempo, el diseñador comenzó a absorber al artista, y la necesidad de tener ingresos se convirtió en mi activad principal.
Han pasado casi 20 años y por fortuna esa inquietud comienza a renacer, creo que mi profesión ha sido satisfecha y es tiempo de darle vida al artista.

viernes, 7 de mayo de 2010

La Ilustración en Guatemala

Guatemala posee una ancestral tradición en materia de expresión gráfica. Desde los códices mayas, pasando por los miles de tejidos que realizan nuestros hermanos indígenas, hasta las tiras cómicas de sátira política de los periódicos.

Como muchas actividades, la ilustración en Guatemala no está desarrollada. Los factores son, como todos los que propician el subdesarrollo, diversos y generalmente círculos viciosos difíciles de romper. Básicamente, no hay una cultura de la ilustración. Al ilustrador se le ha tomado como una especie de artista de segunda, cuya única misión es llenar vacíos de página.

El desarrollo de los ilustradores se ve frenado por nuestro sistema de enseñanza, que suele confundir la disciplina del ilustrador con el diseño gráfico, al grado de colocar sus materias de estudio en el tronco común o como materias obligatorias; en estas materias se les “enseña” a los diseñadores a “ilustrar”, pero a nadie se le “capacita” para solicitar adecuadamente una ilustración a un profesional que dedique todo su tiempo y su esfuerzo al desarrollo de las técnicas de presentación”.
En mi opinión, la ilustración debería ser una especialización en la carrera de las Artes Visuales. Así como hay médicos que se especializan en cardiología familiarizándose con el aparato circulatorio, debería haber artista visuales (pintores, dibujantes, videastas, fotógrafos, etc). Relacionados con los medios impresos y sus procesos, desde el diseño hasta el acabado del producto. Se desahogaría la saturada actividad del Diseño Gráfico y se lograrían ilustradores mejor formados.